Ahora (casi) me reconozco

A veces no hay palabras, no hay citas que puedan resumir lo que pasó aquel día, en aquella época. A veces lo haces todo bien, lo haces perfectamente, y aun así sientes que has fallado. Y te preguntas, ¿tenía que acabar así? ¿podía haberse hecho algo para mejorar lo que parecía inmejorable?

Ya lo dijo el viejo de la imprenta: hay otros mundos, pero están en este; hay otras vidas, pero están en ti. Como he dicho, a veces no hay palabras, ni citas que puedan resumir lo que pasó aquel día. A veces el día, simplemente termina y somos, seguimos siendo, a nuestro modo, que es mucho”

Fina Tur, de Ibiza, ha realizado ese fascinante viaje al interior del ser humano y, por fin, (casi) se ha reconocido. E hizo ese viaje y descubrió algo que, posiblemente, hasta este momento permanecía oculto (semioculto): a Fina Tur.

Con música, por supuesto.

Recuerdo como un disco rayado un “no serás nada en la vida” y un “no hagas que hablen mal de ti”, durante tiempo, demasiado tiempo…

Después para ser una mujer afortunada, debía tener hijo y un marido…
Y como quería ser una mujer afortunada, me hice con un hijo y un marido…
Algo tuvo que fallar en el proceso, porque me quede sin hijo y sin marido…

Como seguía queriendo ser “normal” y afortunada, puse todo mi empeño. Conseguí otro marido y unos cuantos hijos más. Ahora la fórmula era perfecta. Yo ya encajaba en lo que los demás habían pronosticado para mí…

Todo esto se decoraba con un sinfín de “cosas importantes e imprescindibles”: casas, coches, viajes, negocios, dinero, amigos, vida social… Por fin era lo que debía ser. Madre a tiempo completo, esposa haciendo horas extras, empresaria arañándole horas al día y mujer invisible, sin tiempo para reconocerme…

Los pronósticos decían que debía ser feliz así… ¿Entonces qué falló?… Fallé yo…Y todo lo demás, detrás de mí…

Es curioso. Pensamos que se necesita mucho tiempo para destruir lo que has tardado media vida en levantar, y no es cierto. En el tiempo de un parpadeo, todo va por los suelos. Dejé de creer en pronósticos… A partir de ahora iba a creer en mí…

Dejé de ser una “mujer afortunada” para pasar a ser la verguenza de la familia, la amiga incómoda, el grano en el culo de las “madres normales”, la rara del Facebook… y la única dueña de mi vida…

No es fácil… La sociedad no acepta a las personas que van por libre. Son difíciles de controlar. No sera fácil, pero hoy (casi) me reconozco…

…Y eso vale muchísimo más que todo lo perdido.

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