Una mañana, tras un sueño intranquilo, él se despertó convertido en un monstruoso insecto. Estaba echado de espaldas sobre una escuálida espalda, y al alzar la cabeza, vio un vientre estrecho del que salían dos pares de patas esbeltas y verdes, penosamente delgadas en comparación con sus muslos normales, las cuales se agitaban sin concierto.
– ¿Qué me ha ocurrido?
Desde que escribo sobre música (hace unos 6 años), siempre me he jactado de tener unos lectores y compañeros muy instruídos, por lo que supongo que todos habréis pillado que esto que aparece arriba es el inicio de la ‘Metamorfosis’ de Kafka con unas ligeras variaciones, verdad? Ahora alguno os preguntaréis que porqué las variaciones y porqué esta cita en un post sobre un grupo español de Post Black Metal. Permaneced atentos, pues esta es la historia de un grupo que tras editar ‘Matter’ en 2007 y el EP ‘3:11‘ en 2011, un día se despertó transformado en una bella y voraz bestia capaz de devorar tu cabeza a golpe de riff mientras te adormece con oníricas melodías.
Darwinismo musical: lo que no te mata, te hace más fuerte
Si la vida normal de un grupo musical español ya es muy difícil, poneos en la situación de un grupo español de un estilo tan minoritario como la música extrema. Todo comienzo es esperanzador, con más sueños e ilusiones que recuerdos. Sin embargo llega el momento de estabilizar la banda, de buscar una identidad propia, y es entonces cuando comienzan a llegar las dificultades. Miembros que no tienen el tiempo suficiente que el grupo requeriría para estabilizarse, problemas económicos limitan las posibilidades de participación de los integrantes, posibles desavenencias por la evolución de la identidad musical de la banda… Pocas bandas son capaces de superar los 2 primeros años de andadura. Muy pocas son las que lo hacen en un género como el Black Metal. Y menos aún son, las que una vez superados todos los problemas, logran sacar un disco acorde en cuanto a calidad con el esfuerzo llevado a cabo para que salga adelante.
Pues bien, una de estas bandas es Obsidian Kingdom. Naturales de Barcelona, y tras haber sobrevivido a un primer lanzamiento con buenas intenciones pero un tanto fallido, múltiples cambios de formación y el recrudecimiento de la crisis de la escena musical española, lograron sacar un prometedor EP el año pasado con el que ya apuntaron que eran un grupo a tener en cuenta en la escena extrema, pero sin desmarcarse claramente del resto.
Not Yet Five by Obsidian Kingdom
El gran paso lo han dado este año, una vez asentados los nuevos miembros y conscientes de la que ha de ser la identidad de la banda de aquí en adelante. Una propuesta basada en una conjunción entre belleza y horror, calma y brutalidad, al estilo montaña rusa propio de grupos de Post Rock, en la que un concepto es sucedido por su antónimo mediante transiciones o rupturas, todas brillantemente planteadas y ejecutadas.
Bienvenidos a ‘Mantiis’: la continua ascensión a la gloria
De todos modos, quedarnos con el concepto montaña rusa y Post Rock sería no ir más allá de la superficie de la propuesta que Obsidian Kingdom nos presentan en ‘Mantiis’, cuando, bien sabemos todos que el factor diferenciador entre un buen disco de género y un gran disco transversal e inclasificable se basa precisamente en los matices que sirven de factor de ensamble de elementos pertenecientes a otros géneros y que dotan al resultado de una personalidad propia e independiente de los elementos que la conforman.
‘Mantiis’ comienza de forma tranquila e introspectiva con ‘Not Yet Five’, tema que nos introduce en una atmósfera oscura e inquietante que marcará el camino en el que Obsidian Kingdom se moverán en el transcurso del álbum. Comienzo tranquilo pero que anticipa que la ascensión está a punto de comenzar. Nubes que anuncian tormenta, ecos prematuros de una tempestad que se acerca.
Oncoming Dark by Obsidian Kingdom
En ‘Oncoming Dark’ continua acelerándose la escena de forma paulatina entrando ya al fin toda la banda en acción. Guitarras acústicas, punteos suaves propios del rock gótico y voces dulces acompañando a los teclados diseñan un tema que pefectamente podría haber formado parte de la etapa de transición entre el Doom y el Prog de gente como Anathema.
La tempestad que precede a la calma
No es hasta los compases finales de ‘Oncoming Dark’ y ‘Through the Glass’ que la bestia se quita la máscara y nos muestra a la banda en su elemento natural, el Post Black Metal con toques sinfónicos y progresivos. Teclados atmosféricos y riffs rompe cuellos acompañados de punteos prog dan inicio a la escalada al Galibier que es esta parte del disco, y eso que lo mejor aún está por llegar.
Cinnamon Balls by Obsidian Kingdom
‘Cinnamon Balls’ muestra el estallido de la violencia visceral con el que Obsidian Kingdom nos vienen tentando desde el inicio. Cañonazo de Black Metal al estilo de los últimos Enslaved y muy coherente con su ejercicio de 2011 (el EP 3:11) pero mucho mejor compuesto, con más empaque, y sobre todo, increíblemente cohesionado con todo lo mostrado anteriormente, una de las mayores virtudes del disco, una continua transición en la que se pasa del blanco al negro de forma brillante y coherente.
Last of the Light by Obsidian Kingdom
La calma llega de nuevo con ‘The Nurse’ y su continuación ‘Answers Revealing’, partes donde está especialmente brillante la sección rítmica del grupo. Ambos temas sirven de nexo de unión entre la tempestad mostrada en ‘Cinnamon Balls’ y la que está por venir en ‘Last of the Light’ donde la violencia Black Metal se vuelve a abrir paso a dentelladas de una forma breve pero intensa. El mejor momento del disco se encuentra precisamente aquí, cuando violencia y calma cambian sus papeles, actuando la primera como introducción de la segunda. Este cambio de esquemas constituye el momento más arriesgado y brillante junto con lo que os estoy a punto de relatar. La calma se apodera de todo y llega el momento en el que la guitarra solista se luce como pocas veces hemos visto en una banda española. Sin embargo, la cosa no queda ahí, pues a este brillante momento hay que unir la parte más valiente que he escuchado a una banda de metal en años, pues meter en un trallazo como es ‘Mantiis’ a una trompeta y darle el protagonismo que ésta tiene en ‘Last of the Light’ es como para levantarse a aplaudir. De hecho lo acabo de hacer, yo solo, mientras escribo esto.
Convirtiendo influencias en personalidad propia
El picoteo que Obsidian Kingdom hacen en innumerables estilos para dar forma al puzzle que es su propuesta musical vuelve a quedar patente en ‘Genteel of Mention’ y ‘Awake until dawn’ donde apreciamos referencias a Neige (Alcest) y Agalloch, bandas que junto al omnipresente Ihsahn pueden apreciarse leyendo entre líneas en el transcurso del álbum. Sin embargo todas estas referencias no son más que matices añadidos a la identidad propia que Obsidian Kingdom construyen en ‘Mantiis’ la cual se percibe claramente en el final de ‘Awake until Dawn’ y el inicio de ‘Hauts of the Underworld’, temas en los que se resume claramente la personalidad de la banda merced a la inclusión de las dos caras de la moneda que constituyen la bipolar identidad musical de estos animales.
Awake until Dawn by Obsidian Kingdom
‘Endless Wall’ constituye el inicio del fin del álbum. Medios tiempos de Black Metal Progresivo que vuelven a significar el inicio de la escalada hasta la cima que supone el final de ‘Mantiis’. La ascensión continúa tras el breve interludio que significa ‘Fingers in Anguish’ donde vuelven los ecos del ‘Alternative 4’ de Anathema, para finalmente poner toda la carne en el asador con ‘Ball-Room’ y ‘And then it was’ temas que sirven de broche final al álbum entre guturales, riffs afilados y veloces y una atmósfera apocalítica.
When the music’s over… Turn off the lights When the music’s over, yeah
Llegando a la cima de un solo salto
Estamos ante un disco que puede acabar significando un antes y un después para el metal extremo español, pues jamás antes se había construido una obra tan ambiciosa y coherente como es ‘Mantiis‘. Multitud de elementos propios de diferentes géneros conviven de forma armónica dando lugar a un estilo único, recién creado por Obsidian Kingdom, quienes acaban de dar un salto de gigante nunca visto por una banda española en un género minoritario como es el Post Black Metal, y todo ello gracias a una propuesta transversal ejecutada por una banda en estado de gracia en el aspecto técnico/instrumental.
Me habéis leído varias veces en esta reseña el concepto de identidad. Ahi es donde reside la clave del avance de Obsidian Kingdon con ‘Mantiis‘: usando propuestas de muy variada índole como punto de partida han conseguido marcar su propio camino de cara al futuro logrando ser ellos mismos, siendo Obsidian Kingdom. Han logrado lo que no han logrado muchos otros en nuestro país: tener una identidad propia y una multitud de posibilidades a explotar de cara al futuro de su carrera. Son Obsidian Kingdom, pero no son los Obsidian Kingdom de 2007, y ese cambio ha sido porque han vivido una metamorfosis, se han transformado en la banda más prometedora del metal extremo español.
Tracklist
1.- Not Yet Five
2.- Oncoming Dark
3.- Through the Glass
4.- Cinnamon Balls
5.- The Nurse
6.- Answers Revealing
7.- Last of the Light
8.- Genteel to Mention
9.- Awake until Dawn
10.- Haunts of the Underworld
11.- Endless Wall
12.- Fingers in Anguish
13.- Ball-Room
14.- And Then it Was
Sitio Oficial | Obsidian Kingdom
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