Un hombre. Una vieja guitarra. Un esperanzador horizonte, con la silueta levemente desdibujada por gélidos árboles de hoja caduca. Así es como suelo imaginarme muchos de los paisajes que internamente se me describen al escuchar “Brights Lights & Bruises“, probablemente mi disco de cantautor favorito de 2010. Jay Malinowski, el mismo que ha encabezado durante 11 largos años a los reggae-folk-rockeros Bedouin Soundclash, lanzaba un grito al cielo. Con agrietada voz el de Montreal rompía la bóveda celeste, mientras las estrellas bajaban para mecer en su regazo preciosas composiciones como ‘Into The Fire’ o ‘Vacant Youth’. El tiempo no rindió justicia a un álbum de 10, que aún a día de hoy recordamos con lágrimas en los ojos. Sin embargo Jay no se rindió, y por ello hoy, dos años después de todo aquello, vuelve a escena. Pero no en solitario, no. Ahora está acompañado por un trío de cuerda llamado The Deadcoast y juntos publicarán el 20 de noviembre un EP titulado “Indian Summer” (Pirates Blend).
Si en el anterior LP Malinowski resquebrajó el firmamento, en esta ocasión es el océano el objetivo de los afilados ataques sonoros del canadiense. Más concretamente en el Pacífico, tal y comenta el cantante en un comunicado de prensa. “El álbum es una nostálgica memoria de cómo crecí cerca del océano Pacífico, en la localidad de Gastown, donde he acabado grabando el disco“. Sólo hace falta escuchar el primer adelanto del disco – ‘The Pacific Gyre’, adjuntada más abajo – para apreciar lo comentado. La cruda voracidad acústica de Malinowski se ha reconvertido en un cristalino sonido en el que los instrumentos sibilinamente cobran gran protagonismo, rodeando y abrazando en todo momento las (ya más agudas) vocales de Malinowski.
Probablemente no quedemos tan impresionados con “Indian Summer” que con “Brights Lights & Bruises”. Sin embargo hay diversos matices en el vidrioso estilo de ‘The Pacific Gyre’ que nos hacen intuir un interesante regusto introspectivo de cara a este próximo lanzamiento. Habrá que esperarlo con mucho ojo y más principalmente, con el corazón bien abierto.
