El verano se acaba y nada mejor para volver a la dura realidad de septiembre que disfrutar del bolo de uno de los mejores guitarristas de los últimos tiempos. Jack White.
La sala Razzmatazz era el lugar en el que ibamos a disfrutar de ese esperado bolazo. Tras algún que otro cambio entre la sala de la calle Almogàvers y el Sant Jordi Club, la organización se decantó por un escenario más acogedor pero que personalmente no me agradaba mucho, ya que mis últimas experiencias en la sala no habían sido del todo satisfactorias y no quería disfrutar de Jack White III con un mal sonido (como parece que sí pasó en Madrid). Menos mal que me equivoqué, pues el de Detroit reventó el recinto para dar un concierto inolvidable que quedará en la retina y en los oídos de los que pudimos disfrutar del virtuosismo del ex-The White Stripes, The Dead Weather y The Raconteurs entre otros.
La tarde comenzaba con Peggy Sue, el trío formado por dos chicas y un chico originarios de Brighton que no desentonaron y presentaron la mayoría de temas de su último LP “Acrobats” (2011) en poco más de 30 minutos y dejaron preparado el terreno con la versión “Hit the Road Jack” (que el gran Ray Charles hizo famosa) en lo que sería un adelanto del vendaval que vendría después.
Con retraso (quizás lo único criticable del show), casi media hora después de lo previsto y con la incertidumbre de que banda iba a acompañar a Jack White (viaja con dos bandas una masculina y otra femenina) y él mismo decide minutos antes quienes se subirán en el escenario. Cerca de las 22:00 una chica cogió el microfono y en perfecto castellano pidió que disfrutaran del show sin agarrar el móvil ni sacar fotos con él. Toda una declaración de principios de la estética vintage que le gusta a White, quien es amante de los riffs de guitarra sin efectos, grabar sus discos pensados para ser prensados en vinilos así como que su composición se basa en el blues como caballo de batalla.
Las elegidas fueron The Peacocks, las seis “mujeres” que acompañan a JW engalanaron la tarima y tomaron posiciones para que con el hit “Sixteen Saltines” de comienzo al show del Sr. White . Con vestidos azules y distribuidas en batería, contrabajo, teclados, violín, coros y hasta una lap steel guitar acompañan al músico que no tarda en poner en orbita al público. Con “Missing Pieces” el concierto iba a tope y repasa sus múltiples proyectos con temas como “Blue Blood Blues” de Dead Weather y “Top Yourself” The Raconteurs. Así como el plato fuerte de la noche, el repaso de su reciente debut como solista “Blunderbuss“.
Con un mejor sonido que en Madrid (como me comentó una fan que fue a ambos) aquella apasionadora llamada White siguió con temas de su disco solista con picos altísimos como “Freedom At 21“, “Love Interruption” (juego sensual incluído con su corista) y un precioso sonido de teclados con “Weep Themselves To Sleep” y “I Guess I Should Go To Sleep” donde quizás se pudo ver el único fallo en el sonido que le molestó al propio Jack (perfeccionista por naturaleza).
También hubo guitarreo para los que no conocen tanto el último LP del dueño de Third Man Records (su sello discográfico) y no faltaron temas de su etapa con Meg White en The White Stripes, “Hotel Yorba” y “We’re Going to be Friends“, pertenecientes a su disco más blues “White Blood Cells“. También clásicos como “My Doorbell” del “Get Behind Me Satan” y como no, el mega himno “Seven Nation Army” del “Elephant” con el que cerró el concierto repleto de “lolololos” de un domingo en el que nadie se quedó sin saltar, vibrar y disfrutar en plena epoca del indie, de lo más parecido que hay hoy en día a las viejas glorias del rock n’ roll autentico como Led Zeppelin.
Ha pasado un tren de alta velocidad por Barcelona llamado Jack White señores y señoras.
Texto | Sebastian Rosas
Fotografías | Rosario López