Los cantantes y músicos tienen una vida muy ajetreada. Su vida es la música y se entregan en cuerpo y alma a su profesión, que además es como norma general una vocación a la que llevan años deseando dedicarse casi desde que tienen uso de razón hasta que lo consiguen.
El universo de los cantantes y conciertos no es algo fácil, de hecho se trata de una de las actividades más competitivas y menos agradecidas del mundo. Es muy sencillo alcanzar la fama y pasar varios años dando conciertos o grabando discos y en apenas un momento, cuando menos te lo esperas, ha pasado su momento y ya nadie los recuerda. Solo unos pocos consiguen mantenerse en el candelero mucho tiempo, y por eso los artistas hacen todo lo posible por no pasar de moda, con más o menos éxito en sus esfuerzos.
Es necesario que se dediquen casi en exclusiva a la música, pero que sepan equilibrar entre la celebración de conciertos y la grabación de nuevos proyectos, pues si se dan demasiados conciertos pero no se tiene ningún trabajo nuevo a la vista puede que no logren pasar más allá de la gira que han realizado, a la vez que si se pasan mucho tiempo grabando y no dan conciertos el público no tardará en encontrar un nuevo ídolo musical que los desbancaría de su posición en menos tiempod e lo que se tarda en escuchar una nueva canción en la radio. La dura vida del artista.